lunes, 25 de febrero de 2008

Musica en Silencio

Me he propuesto este año deambular por las calles salmantinas entre sombras de penitente, a la busqueda del silencio. Son esos los momentos mas especiales de la Pasion, y tambien los mas recordados. El ciudad dorada y barroca, el silencio es mi contrapunto a la musica que se desbordara dentro de pocos dias desde los atriles de los musicos, desde las pinzas que sujetan particellas, desde los pistones helados por el frio de primavera, desde los labios rotos...

El silencio se hace sitio en Salamanca en medio del estruendo de sus fachadas que hace siglos agonizan entre torsos sillares.

El Cristo del Silencio recorrera veloz, en un suspiro, calles con su nombre, y nos dejara escuchar el murmullo lloroso de las cadenas de penitente. Estare atento a escuchar el sonido duro del martillo contra la madera el martes santo, en el ultimo instante antes de elevar la luz y la sabiduria al claustro popular de la vida callejera. Se hara el silencio para rezar la oracion que el mismo nos enseño, a Jesus Flagelado en las escaleras de la Clerecia, y cerrare los ojos y abrire el corazon para escuchar el tintineo de las esquilas de la Esperanza en la madrugada lugubre, cuando la marcha cesa y la cera arde fria.

El Cristo del Silencio

Ire de la musica al silencio, del silencio a la meditacion, de la meditacion al rezo, y del rezo otra vez a la musica. Con el balsamo silencioso, la marcha se hace mas funebre, y las lagrimas, verdaderas.

1 comentario:

Lucano dijo...

Gran elección tu apuesta por el silencio, por hacer más fúnebres las marchas y más verdaderas las lágrimas. También es música, ¿no?