viernes, 20 de julio de 2007

El Beso de la Traición


1997. El Prendimiento de Miguel Torija cumple 100 años. La Cofradia de la Vera - Cruz lo celebrará poniendo a hombros el grupo escultórico para la procesión del Jueves Santo de 1998.

Dos jóvenes soñadores y semanasanteros lo comentan por los pasillo de la Facultad de Geografía e Historia:

- lo vamos a sacar con "Nuestro Padre Jesús", eso si que es un marchón...
- No jodas, un paso así se merece una marcha propia...
-vale, y quien nos la hace...
-...Yo te compondré la mejor marcha fúnebre que sea capaz...

Nochevieja de 1997. Mientras el mundo arroja confetí por la ventana vistiendo ropa interior de color rojo, alguien mantiene el PC encendido hasta el alba. El atril del piano lleno de papeles con esbozos, motivos y frases, conducciones armónicas y modulaciones. Una foto del Prendimiento revolotea por la habitación. Café.

La mañana de Año Nuevo, mezclada con los acordes de TVE de la Marcha Radetsky de Viena, el Midi interpreta la primera versión de la marcha. El Beso de la Traición. El Prendimiento tiene música propia.

Semana Santa extraña la del 98... el paso sale sin banda propia... sin marcha... desilusión y columnas de periódico.

Un año mas tarde, los dos jóvenes soñadores están viendo pasar a Pasión por el Pasaje de los Azahares en Sevilla cuando suena un móvil. Alguien desde Zamora esta haciendo que el estreno del "Beso" sea via satélite. Lloran como niños ante la mezcla de emociones y mundos que tienen entre las manos. Desde ese año, el grupo de Torija baila a los sones del Beso, de sus 5 temas y de su trio potente e inspirado.

2006. El Prendimiento de Damian Villar sale a la calle una vez mas, 20 años después de que unos cuentos lucharan por sacarlo del garaje donde dormía sueños de nazarenos...

Jaime da el martillazo de salida abandonando por primera vez zamora en los dias santos para contemplar el grupo de Damian y a la "Ramona" y los hermanos de paso escuchan por primera vez su marcha, "El Prendimiento", regalada por aquel grandisimo músico Zamorano. Y Jesús baila por las Úrsulas la música hermosa que brota de los hombros de sus hermanos que tararean la marcha fúnebre como si fuera una letanía.

La marcha zamorana, de un salmantino. La marcha salmantina, de un zamorano. Música charra en Santa Clara, música zamorana en la Compañía, brazos que se entrelazan entre regalos del destino, de una música que flota en la Ruta de la Plata, porque nunca hubo beso mas dulce que aquel que sin traición alguna regala Jesús a sus gentes y los hermanos de Zamora y Salamanca en la tarde del amor fraterno...

Foto: Javier Alcina